Las Neveras Solidarias son iniciativas que requieren de la colaboración de toda la comunidad para su éxito. Además de las personas que depositan alimentos y de aquellas que los toman, el voluntariado tiene un papel fundamental en el mantenimiento y funcionamiento de estas Neveras.
El voluntariado aporta las personas encargadas de revisar y organizar los alimentos que se encuentran en la Nevera, asegurándose de que estén en buenas condiciones y no hayan caducado.
También se encargan de limpiar y desinfectar la Nevera para garantizar la seguridad alimentaria de quienes toman los alimentos.
Pero su labor no se limita a la gestión de los mismos, también tienen un papel importante en la difusión y promoción de la iniciativa de la Nevera Solidaria, realizando campañas de sensibilización en la comunidad, explicando el funcionamiento de la Nevera y fomentando la predisposición de las personas para depositar alimentos.
Además, el voluntariado posee un papel clave en la gestión del depósito de alimentos. Muchas veces, las personas donan alimentos en grandes cantidades o en envases que no son aptos para la Nevera, como latas o envases de vidrio. En este caso, las personas voluntarias pueden encargarse de clasificar y preparar los alimentos para su almacenamiento en la Nevera, asegurándose de que estén en las condiciones adecuadas.
Otra tarea importante del voluntariado es la gestión de la rotación de los alimentos, los más perecederos se deben colocar en la parte delantera de la Nevera para que sean los primeros en ser tomados y no se desperdicien. Las personas voluntarias pueden encargarse de esta tarea, revisando regularmente los alimentos y colocándolos de forma adecuada.
Por último, el colectivo de voluntariado también puede actuar como mediador entre las personas que depositan alimentos y las que los toman. Muchas veces, las personas que toman alimentos pueden tener dudas sobre su seguridad o cómo utilizarlos. En este caso, el voluntariado puede proporcionar información y orientación para que los alimentos sean tomados de forma segura y adecuada.
En resumen, las personas voluntarias tienen un papel clave en el funcionamiento de una Nevera Solidaria. Su labor abarca desde la gestión de los alimentos hasta la promoción y difusión de la iniciativa, pasando por la gestión de los depósitos y la rotación de los alimentos.
Su trabajo es fundamental para garantizar la eficacia y sostenibilidad de la Nevera Solidaria como una iniciativa comunitaria de apoyo a las personas más vulnerables.